Los agricultores están acostumbrados a vivir con incertidumbre año tras año. Cambios climáticos impredecibles, disponibilidad de agua y nutrientes, salud del suelo y gastos inesperados son solo algunos de los desafíos constantes que, aunque están fuera de su control, deben superarse para sostener el sistema global de suministro de alimentos.
Para añadir más dificultad, los agricultores buscan formas de mantenerse rentables mientras mejoran su sostenibilidad y eficiencia. Nuevas herramientas pueden ayudar a brindar confianza ante la incertidumbre, proporcionando la tranquilidad que tanto necesitan.
¿Por qué "Biológicos"?
La industria biológica está en crecimiento y expandiendo las soluciones disponibles para que los agricultores optimicen sus prácticas agronómicas, permitiéndoles obtener cultivos más saludables, productivos y rentables. Al mejorar la capacidad de los cultivos para utilizar eficientemente recursos valiosos como el agua, los nutrientes e incluso el suelo mismo, pueden resistir mejores eventos de estrés, como condiciones climáticas adversas.
Además, el soporte nutricional adecuado puede mejorar el rendimiento y la productividad, ya que cultivos más saludables pueden soportar mejor el estrés y la presión de plagas. Algunas soluciones biológicas también pueden ayudar a proteger el rendimiento potencial al resguardar los cultivos de plagas y enfermedades mediante opciones derivadas de la naturaleza, aportando nuevos modos de acción a los planes de manejo integrado de plagas. La combinación de sistemas de manejo convencionales y novedosos reduce la resistencia y contribuye a la sostenibilidad de las granjas.
Las soluciones biológicas son herramientas poderosas para el éxito agronómico. Pueden combinarse con innovaciones en química convencional, soluciones digitales, genética y herramientas de agricultura de precisión para mantener las granjas saludables, productivas y rentables.
Reduciendo la brecha de rendimiento para proteger el Potencial del Cultivo
Las soluciones biológicas pueden desempeñar un papel clave en el apoyo a los agricultores para mejorar el rendimiento de los cultivos, desarrollar resistencia al estrés y proteger el potencial de producción. Cada vez que un cultivo carece de la nutrición adecuada, sufre estrés por condiciones climáticas desfavorables o enfrenta plagas difíciles de controlar, el rendimiento potencial disminuye. Con cada evento adverso, la producción del cultivo se ve afectada y, una vez perdido ese potencial, no se puede recuperar. Esta diferencia entre el rendimiento potencial y los resultados reales se conoce como la brecha de rendimiento.
Los agricultores pueden adoptar un enfoque proactivo en la gestión de esta brecha para obtener mejores resultados al final de la temporada. Esto se logra comprendiendo algunas de las complejas actividades agronómicas que ocurren a nivel microscópico.
Mejorar el Rendimiento
Entender que la nutrición adecuada es clave para establecer una base sólida ayuda a los agricultores a superar diversos problemas, incluidos eventos climáticos imprevistos o el ataque de plagas. Mientras más saludable sea el cultivo, mejor podrá enfrentar estos desafíos.
Una nutrición balanceada permite a los cultivos tener un inicio fuerte y desarrollar una estructura radicular óptima para una eficiente absorción de nitrógeno y otros nutrientes esenciales. Raíces fuertes también mejoran el uso del agua y brindan mayor resistencia frente a vientos fuertes y granizo durante la temporada de crecimiento.
Si las deficiencias nutricionales no se atienden, los cultivos solo alcanzarán su potencial hasta el punto limitado por el nutriente más deficiente. Esto permite su supervivencia, pero reduce la producción, generando una brecha de rendimiento para los agricultores.
Mantener los cultivos saludables y equilibrar su nutrición de manera proactiva brinda seguridad a los productores para enfrentar eventos imprevistos.
Desarrollar de Resiliencia
La resiliencia comienza con la comprensión del funcionamiento interno de las plantas. Cinco hormonas principales regulan el crecimiento y desarrollo vegetal. Sin embargo, algunas de estas hormonas pueden activarse para frenar o detener el crecimiento y la producción de frutos cuando el cultivo está bajo estrés. Esta respuesta es un mecanismo de defensa crucial para la supervivencia de las plantas, pero también provoca una brecha de rendimiento al detener los procesos reproductivos.
Los microorganismos benéficos son una herramienta clave para ayudar a los cultivos a superar este efecto. Estas cepas son seleccionadas por su capacidad para estimular la actividad de crecimiento, mejorar la absorción de nutrientes y agua, y proporcionar estabilidad general a la planta.
Los estimulantes del crecimiento o reguladores hormonales también desempeñan un papel fundamental en la gestión del rendimiento del cultivo. Estas soluciones ayudan a los agricultores a combatir la degradación de hormonas esenciales como las citoquininas debido al estrés térmico o a contrarrestar los efectos negativos de hormonas inducidas por condiciones climáticas adversas.
Proteger del Potencial
Proteger el potencial de rendimiento es clave para cerrar la brecha de rendimiento. Cada vez que los cultivos son atacados por insectos, malezas o enfermedades, se pierde producción. Los agricultores lo saben, por lo que el manejo de plagas mediante diversas prácticas de protección de cultivos es una parte esencial de su estrategia general.
Sin embargo, el aumento de plagas difíciles de controlar que han desarrollado resistencia a las herramientas actuales de protección y los cambios en las regulaciones gubernamentales y en la demanda de los consumidores han hecho necesario contar con nuevas soluciones. Es aquí donde los biocontroles pueden integrarse de manera beneficiosa a los sistemas de manejo de plagas existentes.
Los Agricultores Pueden Obtener Más de sus Cultivos
Si bien la incertidumbre en la agricultura no puede eliminarse por completo, es posible adoptar estrategias para lograr una producción más eficiente y rentable.
Al integrar soluciones biológicas con herramientas de manejo actuales y adoptar un enfoque más proactivo, los agricultores pueden superar desafíos imprevistos en sus cultivos, ya sea por condiciones climáticas adversas o por plagas difíciles de controlar. Anticiparse a los retos agronómicos también permite reducir aún más la brecha de rendimiento, maximizando el potencial de producción de cada cultivo.
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