La temperatura influye en el aspecto antes mencionado, la vida útil de la gota y el tiempo de permanencia de la gota en la superficie de la hoja, además de influir en la actividad metabólica de la planta, presentando un rango óptimo entre 15 y 25o C, con extremos entre 4 y 36o C. Dado que el predominio de las aplicaciones de las hojas ocurre en los meses cálidos y húmedos, el rango de temperatura más bajo no es un factor limitante, sin embargo, las altas temperaturas lo son. Lo ideal es que durante la aplicación foliar de herbicidas las temperaturas sean inferiores a 30 a 32o C, un límite fácilmente excedido en buena parte de nuestros potreros en los meses de verano. En la práctica, se superan estos límites, pero una cosa importante a tener en cuenta es la interacción con la humedad relativa. Con la temperatura alta, superior a 32o C, si la humedad relativa también es alta, superior al 50%, podemos esperar el éxito en el desempeño de los herbicidas, el problema radica en la aparición de altas temperaturas y baja humedad relativa, en ese momento la aplicación foliar debe interrumpirse y reanudarse después del regreso de una condición más favorable. Por lo general, las aplicaciones foliares en días calurosos se interrumpen entre las 10 y 11 de la mañana hasta las 3 y 4 de la tarde.